El líder nace o se hace?

Se ha discutido mucho acerca del origen de un líder, la pregunta que nos acompaña desde hace tiempo. El líder nace o se hace?

Sin duda que hay varias características que vemos en los auténticos líderes que nos hace distinguirlos como tales, como son: 

• La capacidad de inspirar a otros, construyendo una visión y compartirla
• La capacidad de escuchar con atención e interés, creer en su gente
• La empatía, ponerse "en los zapatos del otro"
• La capacidad de anteponer los intereses del grupo, equipo o comunidad a los suyos
• El desprendimiento
• La inteligencia emocional
• La inteligencia lógica
• Amplio conocimiento de los asuntos inherentes
• Gran capacidad de comunicación
• Imagen limpia, etc, entre otras que podamos mencionar

Pero estas características vienen con uno?

Estamos predestinados genéticamente a ser líderes?

Es probable que por antecedentes genéticos tengamos algunas características físicas de un líder por ejemplo el tono de voz, o que nuestros padres hayan sido líderes también.

Tomás Alva Edison decía: "El genio es 1% de inspiración y 99% de transpiración".

El famoso Woody Allen decía: "El 90% del éxito se basa simplemente en insistir"

John Maxwell en su libro "El Talento nunca es suficiente", se refiere a que hay que prepararse y trabajar muy duro para alcanzar el éxito. Que hay que conocer el propósito de nuestras vidas, alcanzar nuestro máximo potencial y sembrar para que otros puedan beneficiarse.

Estamos convencidos que el liderazgo se va construyendo paso a paso con las diferentes experiencias que el futuro líder va recibiendo y que podemos distinguir en las siguientes etapas:

1. Los valores, que son las primeras experiencias que son emanadas a través de juicios y que aprendemos a través de los padres y familiares más cercanos que nos rodean. Es necesario tener en cuenta que entre los 3 y 5 años los niños están en la mayor (y mejor) capacidad de imitar conductas y frases que luego quedarán en nuestro inconsciente como "verdades" absolutas. Los padres tenemos la gran responsabilidad de ser coherentes y darnos cuenta que nuestro ejemplo cuenta muchísimo en su desarrollo. Es aquí dónde podemos cultivar en ellos buenos hábitos como la puntualidad, decir la verdad, ser responsables con nuestras cosas, saber compartir y también otros como la lectura, lógicamente nosotros tenemos que cultivarlos también.
2. El conocimiento, que es lo que recibe el niño en casa, en el colegio y de los amigos, en forma permanente y de todas las formas. Muchas veces el niño no preguntará si es cierto o no lo que "aprendió", es por eso que la comunicación es vital, debemos interesarnos por lo que nuestros hijos reciben como información, más aún en estas épocas de redes sociales e Internet.
3. La experiencia,  que recibe a partir de cierta edad en que comienza a interactuar con los demás y que se prolonga durante toda la vida. Al igual que el conocimiento, la comunicación es factor clave para que estas experiencias puedan fluir por los canales adecuados y puedan servir como factor de crecimiento positivo para el niño o joven.
4. La formación profesional, hemos creído separar esta etapa, ya que conlleva al individuo a la madurez física y emocional dónde podrá confirmar los logros y la satisfacción personal que ello conlleva, luego de las tres etapas anteriormente vividas. Aquí en esta etapa, y posteriormente a haber formado su propia familia, se renueva el ciclo.
5. El deseo de trascender, cuándo entendemos que lo que tenemos a través de todas las etapas de nuestra vida, ya no nos pertenece y debemos volcar este contenido en el desarrollo de las personas. Esta ulterior etapa es alcanzada por los que realmente están comprometidos con sus ideales y se convierten en esos líderes inspiradores que todos estamos en capacidad de reconocer.

Todas estas etapas contribuyen de manera determinante a la formación del líder, la suma de las experiencias, conocimientos, de los "correctivos" tomados a tiempo, de la reflexión, del análisis permanente de nuestras metas y objetivos, del deseo de encontrar el bienestar auténtico, de dejar "huella" en todos aquellos que nos han seguido o siguen. 

Esto constituye en realidad la respuesta a la pregunta del título.